Ecuador nos enamoro. Nos llevamos recuerdos muy preciados de esos tres meses. Los talleres de Go en las escuelas tuvieron un recreo porque Marika se fue un mes y medio a Hungría a visitar a su familia. Los tableros igual no se quedaron guardados y encontraron formas para seguir dando batallas. Regalamos cuatro tableros con los manuales, cada uno con su historia.
Pase casi todo el primer mes en Mompiche, un pueblito de pescadores en el medio de los manglares en la costa norte de Ecuador. Era lo que buscaba, gente amiga para compartir un tiempo sin mover a Fruzsi, que se quedo acompañada de otros hogares rodantes Argentinos frente al mar y mas tarde de nuestro vecino Ecuatoriano Fabricio. Sus sobrinos y amigos pasaban el día en su jugueria así que con ellos también hicimos migas. Una tarde después de la escuela los invite a jugar al Go. Uno de estos chicos me sorprendió, aprendió muy rápido y sus jugadas se veían muy bien en el tablero. El primer tablero quedo para ellos custodiado en Buddha Bar.
La primera vuelta en la costa del sol la hice acompañado por una pareja de Cordobeses (por lejos la provincia que mas viajeros genera). Un poco mas al sur dejando Esmeralda paramos en El Matal, otro pueblo de pescadores. Pateando por la playa empezamos a charlar con un ex jugador de futbol Quiteño, ahora convertido en maestro. Nos contó que da una materia llamada Tecnología: en cada clase les plantea un problema nuevo a los chicos para que resuelvan. Hablar de los talleres de Go era un paso natural y quedo tan enganchado que organizamos para la mañana siguiente un encuentro para aprender a jugar. A las siete de la mañana, mientras los cordobeses se jugaban unos partidos nosotros hacíamos lo propio mientras charlamos sobre Go y Educación. El segundo tablero se fue con el para Quito, con muchas ideas en su cabeza sobre como enseñarles a jugar a los chicos en su escuela.
Después nos fuimos con Fruzsi hasta Baños. Poco duro la soledad, porque de casualidad me reencontre en un mercado con mis vecinos de Mompiche, Joel y Maga de Amerikombiando. Con ellos nos fuimos hacia la selva a Tawasap, una comunidad Shuar. Una experiencia hermosa en muchos sentidos. Pasamos esos días rodeados de chicos. Después de enseñarles a jugar a mis nuevos compañeros de viaje organizamos con ellos un taller de Go. Los chicos eran muy despiertos y nos pasamos jugando un rato largo. El tercer tablero fue donado a la comunidad.
El cuarto tablero fue de regalo para Joel y Maga por si se encuentran mas chicos en el camino. Ahora esta en Colombia viajando lentamente hacia Alaska junto a la lanza que les entrego el jefe de la comunidad.
Abrazos Santiagueños
Matias y Marika