Hola a todos,
El sábado pasado, alrededor de las 14 hs. David Pollitzer, Diego Monroy y yo fuimos al Instituto de Menores General San Martín, en Parque Chacabuco. Según Fabiana, la coordinadora de esta actividad, este instituto es del nivel más alto de seguridad, y es el único de la Capital Federal que aloja a menores de 16 años.
Fabiana es la que introdujo el go al lugar, después de que se lo enseñara un vecino que al parece juega mucho. No hay un taller estable de go, pero ella lo usa, entre otras cosas, para abordar a los chicos más cerrados, sobre todo al principio. Contó que algunos que llegan al lugar no quieren hablarle ni hacer nada, y ella entonces empieza por enseñarles a jugar al go en un tablero de 9×9. “Y ya a la mitad de la partida, estamos comunicándonos”, contó. Es decir, usa el go como herramienta para comunicarse, de una manera totalmente directa. Este uso que hace del juego me parece importantísimo.
En el centro tienen varios tableros 9×9 que hicieron ellos, un tablero 19×19 con un juego de piedras donados por la AAGO, y muchos botones blancos y negros que usan como piedras en los tableros chicos. Hace poco organizaron un torneo (adjunto una foto del afiche del mismo) y en parte la idea de la visita era que jugáramos con el ganador, “Tuto”, que nos estaba esperando.
Estuvimos con tres grupos: uno de varones de secundario, donde estaba el ganador del torneo y donde en general tenían más experiencia (o al menos eso me pareció); otro de varones de primaria y otro de mujeres de secundaria.
La idea en cada grupo era enseñar las reglas y jugar atari-go con los que no conocían el juego, o jugar directamente con los que ya lo conocían. Con estos últimos, además (y con Fabiana), la idea también era sacarles las dudas de algunos conceptos y redondear las reglas que no tenían del todo claras. Por ejemplo, explicamos mejor el concepto de territorio, de contar al final de una partida para ver quién ganó, y de ko.
Algunos chicos se interesaban, otros no. No había obligación de participar, por lo que en cada grupo siempre había algunos que se alejaban a jugar a las cartas o mirar televisión.
Por último, hablamos con Fabiana y con Clara, otra de las chicas que trabajan ahí, de la posibilidad de establecer una continuidad. Desde el lado voluntario, es posible ir cuantas veces queramos y quienes quieran, previa organización, los fines de semana. La idea de generar un taller también se habló, pero en ese sentido deberíamos organizarnos nosotros con las entidades que los originan (Madres de Plaza de Mayo y UTN). La gestión de dicho taller se puede hacer, si alguien está dispuesto a trabajar en eso.
Como comentario final, debo decir que es notable cómo se introdujo el go en un ambiente tan difícil y duro, sobre todo por el carácter de herramienta de desarrollo social con que se lo utiliza. Respecto a las dificultades y condiciones del lugar, no es muy fácil describirlo, y creo que es una buena para experiencia para cualquiera ir personalmente y verlo.
No hay fotos (más que la que adjunto del afiche del torneo) porque no se pueden publicar las caras de los internos, y porque no había tampoco confianza suficiente como para fotografiar el lugar.
Saludos!
Luciano.
Quisiera saber de este lugar mi hijo tiene problemas y no puedo sola tiene 14 y no se que hacer. Algun lugar para recomendar gracias.